¡Knockout!

Hace un par de semanas tuve uno de esos días donde es imposible dormir. Tarde tanto en hacerlo que al despertar tenía la sensación de no haber descansado nada y en lo único que podría pensar es en el sueño de aquella noche... bueno madrugada!!!

Fue muy curioso. Soñé en escribir este post, cada idea palabra e idea que acá se expresa fue concebida esa noche, o al menos se aproxima porque al dormir tan poco matas neuronas… pero era como si mí blog me dijera en mi sueño “escribíííí”…

Ese día en la mañana no dejaba del pensar en esta historia, quería recordarla de la mejor manera para poder expresarla con la mayor fidelidad en mi blog. Aún con aquel pensamiento recurrente revisé el mail. Me notificaban de un comment de a mi blog. Lo curioso fue que el comentario que me habían hecho tenía mucha relación con el sueño en cuestión. Había abandonado un poco el blog, pero todas mis locas ideas siempre están ahí y quieren salir. Son esas cosas raras que suceden. Bueno el post es básicamente lo que soñé que había escrito.

KNOCKOUT

La siguiente es una analogía entre el boxeo y el amor. Personalmente no soy seguidor de boxeo, nunca he encontrado divertido ver a dos personar darse de golpes, pero soy un fiel y confeso creyente de ese dogma llamado amor. Lo interesante es que en el boxeo te batís en un cuadrilátero contra otra persona, otro ser humano, la máxima expresión de este deporte olímpico es el knockout que ocurre cuando dejas al contendiente fuera de condiciones para continuar. Mi idea es que muchas veces en la vida nos ocurre algo similar. Te noquea la vida por no estar listo, porque aún no era tu momento de gloria, por no prepararte para la pelea de la vida, hay que saber moverse, hay que saber vivir, hay que saber levantarse.

El comentario al que hice referencia, es sobre una entrada pretérita las sobre decepciones y el corazón roto que es justamente lo que soñé aquella noche. Las similitudes con el boxeo llegan a ser muchas. Principalmente lo radical es seguir la pelea a pesar que nuestras fuerzas no puedan más, apelar a lo irracional, jamás intentemos comprender algo que no tiene explicación, simplemente seguir, seguir latiendo, seguir con la ilusión. Cada golpe al corazón es como la estocada final de un combate, es la derecha de piedra que nos paraliza, paraliza nuestra circulación y hace que todos los músculos del cuerpo quieran rendirse antes de estallar, pero como buenos púgiles debemos seguir, debemos aguantar el dolor, cerrar las heridas, o cuando es imposible detener la hemorragia, maquillarla para que no sea tan evidente el dolor hecho sangre. Ese dolor que el contrincante no entiende, que quizás simplemente no le importa, o no concibe que poco a poco, día a día, round a round te mata!

A lo largo de nuestras vidas perdamos muchas batallas, pero estas sirven para hacernos más fuertes, las cicatrices nos recuerdan de los errores, para saber que no todo a quien eliges amar está obligad@ a amarte, o ser feliz contigo, a entender en la vida hay personas inescrupulosas, insensibles, ventajistas e hipócritas que pueden aprovecharse de nosotros, pero también quedan l@s puristas que esperan el amor a pesar de todas las dificultades que el camino tenga, hay seguir luchando, levantarnos porque la vida es dura, pero la realidad más.

Al final del día seremos nosotros que demos ese knockout al amor. Lo encontraremos más temprano que tarde o simplemente viviremos experiencias únicas que podrás atesorar en tu corazón, serán pétreas en tu memoria y jamás podrán borrarse, es por ello que seguiremos danzando en ese cuadrilátero de la vida y nunca jamás de los jamases, sempiternos, perennes y perpetuos diremos no al amor!