Queridas y queridos… tiempo sin escribir, tengo cosas en el tintero, pero antes quiero expresar mi indignación y tristeza por lo ocurrido en estos días, no suelo escribir sobre esto, pero, la circunstancia lo amerita. No podemos quedarnos sin reacción ante estos hechos.
El ciudadano Funes
Hasta hace muy pocos días, creía en un presidente. El beneficio de la duda le sonreía, especialmente porque en democracias los problemas estructurales no se resuelven en un lustro. Los partidos políticos compiten y ganan elecciones, esa es su finalidad, dentro de esta dinámica es evidente que representan intereses, quien crea que un partido político representa un cambio a corto plazo esta equivocado y necesita informarse. A pesar de ello las reglas del juego son así, y los cambios son posibles dentro de la democracia, evidentemente a fuego lento y la nuestra democracia aún está en pañales. Bajo esta premisa es evidente que mi esperanza estaba viva y mi ilusión intacta con la actual administración, intenté comprender las acciones implementadas y no veía con mal ojo lo realizado, no era ni mejor ni pero que lo hecho por las administraciones anteriores…. y entonces sucedió.
Un día cualquiera puede convertirse en tragedia conforme al desarrollo y ejecución de los sucesos, estos pueden llegar a ser tan desfavorables que marcan la vida para mal. Pocos son los que terminan en tragedias y mucho más mínios los que afectan a una sociedad o un país entero.
El Ciudadano Carlos Mauricio Funes Cartagena, ha sido el cómplice de ayuda necesaria del peor acto sucedido en esta administración. Participó en el atentado contra nuestra justicia. La puñalada en el corazón que ha recibido la CSJ paraliza nuestra democracia, elimina el sistema de pesos y contrapesos. No es posible una democracia real en estas circunstancias. Nunca había visto un accionar de una Sala de lo constitucional tan valiente, cuando se hace justicia se pierde el riesgo de perder, porque los grupos que detentan el poder en El Salvador no desean que nuestro pulgarcito mejore, sus intereses personales aplastan y menoscaban nuestro desarrollo. Las resoluciones apegadas a derecho y que brindan una pronta y cumplida justicia duelen en el accionar de quienes secuestran nuestro país. Las resoluciones desfavorables hicieron tomar la decisión de eliminar temporalmente al poder del Estado encargado de aplicar justicia. Parece que fastidio mucho la posibilidad de futuras resoluciones desfavorables a sus intereses especialmente en casos como: El sistema de cocientes y residuos, el TLC, La dolarización y la ley de amnistía.
En el país hacer las cosas bien trae como consecuencia la censura. Pero la inocencia y desesperanza me hacía pensar que esa persona a quien vote, a quien estreche la mano y exprese mi aprobación, correspondería a lo que defendió tantos años. Esa persona que vivió como periodista los atropellos a la libertad y fue censurado, ahora fenece en sus ideales. Ahora ya no es mi presidente, es uno más, pero pasará a la historia por sancionar la tragedia, ahora es distinto, él pudo ser valiente con su veto, prefirió ser el asesino de los héroes, de la esperanza y la democracia. Nos despojó de la ilusión, los sueños y la justicia. Ahora explíquele a sus hijas e hijos y a su país como dejo de ser presidente. Hasta siempre ciudadano Funes!
